Las leyes sin la aplicación firme
son letra muerta, lo mismo ocurre con las instituciones electorales, sin demócratas
son comparsa de la tiranía.
Los sistemas de gobierno
democráticos descansan bajo una serie de instituciones que en teoría permiten
acceder al poder a cualquier ciudadano, así como en mayor o menor medida a la
toma de decisiones del gobierno. Para que tal sistema funcione cada sociedad
estructura de acuerdo a sus particularidades históricas, pero teniendo dos
elementos básicos, un subsistema encargado de las reglas electorales y un
subsistema de partidos, en el primero se establecen las reglas del juego, es el
árbitro del partido. Mientras que en el segundo es el campo de batalla.
¿Puede llamarse democrático un
sistema donde los valores establecidos en las reglas para los jugadores no son
coherentes con los del árbitro?
La respuesta es NO, en tal caso
no se habla de democracia, se habla de SIMULACIÓN.
En el caso mexicano la
constitución señala como los valores fundamentales del Instituto Nacional Electoral
la Confianza, Tolerancia, Compromiso, Transparencia y Rendición de cuentas. en
la práctica solo la tolerancia no está en entredicho.
A partir de la reforma política
de 2014 se estableció el marco en el que el consejo general del INE sería el
encargado de nombrar a los miembros de los Organismos Públicos Locales para
evitar la imparcialidad de éstos estuviera en entredicho por intervención de
los gobiernos estatales. Se organizó un proceso que iniciaba con una
convocatoria abierta, se evaluaban los conocimientos y se analizaban perfiles, la
esperanza era que se conformaran consejos ciudadanos, no expertos electorales,
sucedió todo lo contrario, al final del proceso privaron los criterios de
experiencia jurídica y se eliminaron las restricciones al personal de carrera
en la institución.
Lo mismo ocurre con el
nombramiento de los consejeros distritales y locales, bajo la lógica de la
infalibilidad del Consejo General se dan facultades para sus nombramientos, se
establecen criterios: paridad de género, pluralidad cultural, participación
ciudadana, prestigio público, compromiso democrático y conocimiento en materia
electoral; al final se eligen los 300 consejos distritales y 32 locales sin la
menor transparencia.
Sin transparencia no hay rendición
de cuentas y sin la participación ciudadana en la organización electoral ¿Cómo se
pretende ganar la confianza de la ciudadanía?
Atendiendo a las condiciones históricas
de México hasta la reforma de 2014 no existía la reelección directa, se
consideraba que así se evitaba la captura de una posición por el individuo. El
sentido del cambio responde a que la actuación del funcionario público se verá recompensada
o castigada en la siguiente elección. ¿Bajo qué consideración se permite la
participación en la organización electoral por dos elecciones a los mismos
consejeros locales y distritales?
Hoy, de cara a las elecciones del
próximo año, el INE atropella el involucramiento de la ciudadanía en el
proceso, si los valores democráticos no aplican a ellos, ¿Cómo señalarlos a los
actores políticos? Lo que se tiene es una democracia simulada.
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