domingo, 31 de diciembre de 2017

¿Que esperar en el 2018?

La incertidumbre es la falta de certeza sobre la ocurrencia de cierto hecho, pero que puede ser previsto, y, por lo tanto, tener un impacto calculado y controlado. Eso es el 2018, un año que nos mantiene en la incertidumbre respecto del desenlace de los hechos ocurridos en años anteriores.
Sin predecir sucesos esto puede esperarse en el 2018:
Para México el 2017 se proyectaba como el coctel perfecto de las condiciones adversas debido a la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos. La catástrofe no se atajó, se retrasaron los tiempos y ahora se combina con la fiebre electoral del país en 2018, lo que ocasionará que las declaraciones de Trump marquen el ritmo de las campañas en México.
La elección presidencial es el tiempo de echar toda la carne al asador, la elección del estado de México fue muestra que el PRI no está dispuesto a poner en juego el poder que tiene como gobierno. Mientras que el 2017 las cifras de violencia en el país superaron a las de otros años, en el 2018 la situación no hará más que empeorar, las campañas necesitan recursos. En caso de que el candidato del PRI no obtenga la ventaja necesaria con toda la maquinaria del partido, la eliminación del candidato puntero que pueda significarle un riesgo podría estar sobre la mesa. Las condiciones económicas no ayudarán, la inflación por encima del 6% tan solo a inicios de año, no hay forma de manipular el tipo de cambio por 6 meses con el factor adicional de la política fiscal norteamericana, el precio del dólar estará en julio por encima de los 22 pesos.
México no está exento de las crisis mundiales, aunque son impredecibles en su ocurrencia, el planeta se encuentra en un ciclo irreversible de aumento de la temperatura de los océanos, en consecuencia, la variación extrema de los climas tendrá gran impacto sobre las sociedades, sobre todo las de aquellas menos preparadas.
La incertidumbre también se refleja en las amenazas cibernéticas, la inteligencia artificial hoy es un hecho que debería tener con los pelos de punta a los gobiernos, en 2017 google y Facebook tuvieron que echar atrás algunos proyectos tras respuestas negativas de sus experimentos, como comunicación indescifrable entre máquinas y personalidades racistas. La burbuja del bitcoin tiene un impacto limitado, la amenaza seria viene de nuevos casos como el jaqueo tipo “wannacry”.
No todo es malo, la vida sigue, y quizá en el 2018 se dé un punto de quiebre que impulse nuevamente una agenda contra la desigualdad, contra la pobreza o contra el cambio climático, pues para todas ellas existen propuestas, como un enfoque en impuestos progresivo o una renta básica universal o el acuerdo de París contra el Cambio Climático, lo que se necesita es valor, el valor que demostraron las mujeres en el mundo entero para poner el acoso y la agenda de genero bajo los reflectores en el 2017.
La historia es buena consejera, y quizá este 2018 le hagamos un poquito de caso.

Reseña: Caos y orden en el sistema-mundo moderno de Giovanni Arrighi y Beverly J. Silver

En su análisis histórico, Carlos Marx teorizaba sobre la inminente llegada de un sistema de producción orientado por el Estado tras la conquista del poder por el proletariado, dejando atrás el sistema capitalista. Hoy, a 150 años de distancia de su principal obra, “El Capital” vemos como la posibilidad de tal conquista revolucionaria se borra en un contexto cada vez más disímil del que el autor se imaginaba.
Sin embargo, el análisis de Marx propone un enfoque que analiza a profundidad las características de los ciclos de la historia como conjunto económico-social-político que inspirará una nueva corriente de investigadores ansiosos por dar con los patrones que lleven a la mejor toma de decisiones a los hacedores de política, y en una de sus ramas la geopolítica.
Arrigui y Silver nos narran los distintos ciclos de dominación que han tenido tres potencias globales a partir del surgimiento del Estado como la estructura más compleja y poderosa de las relaciones sociales, tras los tratados de Westfalia es Países Bajos la potencia que domina el escenario mundial durante el siglo XVIII, en el siguiente, el siglo XIX Gran Bretaña sobresale e impone al mundo sus condiciones hasta que el siglo XX Estados Unidos se alza como el más poderoso Estado en el orden internacional.
El objetivo del trabajo consiste en analizar los aspectos de tales transiciones, las organizaciones económicas, las condiciones sociales, las rivalidades políticas y en general el contexto que permitió que una y otra potencia tuvieran sus momentos de auge, de tal forma, que a la vista de las condiciones del mundo en nuestros tiempos, finales del siglo XX/inicios del XXI (el libro fue publicado por primera vez en 1999) lleva a los autores a plantear la hipótesis de que el actual orden basado en el dominio de las relaciones internacionales por Estados Unidos es insostenible y que vivimos en una etapa de transición desde 1970, a la espera de que una nueva potencia tome el rol de liderazgo, y para ello, bien podría pensarse en las economías emergentes asiáticas o bien Japón, que en el año de la publicación del trabajo mantenía la estabilidad de la que no gozaban otros Estados debido a la crisis asiática de 1997.
 El análisis basado en la dinámica de los sistemas-mundo, un centro que impone su dinámica dominante a la periferia, explica que, si bien antes de la era de los descubrimientos subsistían diversos centros bajo sus particulares dinámicas, la exploración europea de Asia y américa terminó por extender a todo el globo el sistema basado en la perspectiva europea.
Aunque el destino de cada nación es marcado por las decisiones de sus líderes, en los grandes ciclos de la historia, la competencia comercial y las coyunturas políticas permiten generar las tendencias de caos y orden, con este libro, Giovanni Arrighi y Beverly J. Silver son los autores de un clásico que guiará futuros estudios y, desde hoy la toma de decisiones de aquellos individuos que busquen estar a la vanguardia del mundo internacional.

lunes, 18 de diciembre de 2017

Como si de carreras de caballos se tratara, analizamos a los candidatos con datos irrelevantes

Si usted alguna vez ha tenido oportunidad de presenciar carreras de caballos en los hipódromos o en las pantallas de un centro de apuestas sabrá que cuenta con un cuadernillo para analizar a los hermosos competidores. En estos cuadernillos se muestra una gran cantidad de datos, entre estos su desempeño en carreras de diversa distancia, la posición en diversos momentos, dueño, entrenador, padres, peso, peso del jinete, etc. Si finalmente se deja llevar por la emoción  y apuesta, eventualmente caerá en cuenta que las probabilidades de ganar realizando un análisis de los datos anteriormente seleccionados o basándose en la simple apreciación del corcel no son muy distintas.
 
La elección de un candidato puede ser igual.
Los candidatos (en general a todos los puestos de elección, pero teniendo en mente los candidatos a presidente de México) tienen un partido, platican sus propuestas, explican sus fundamentos, tienen un historial detrás y una imagen. El elector analiza todos estos elementos y deposita su voto. Como en las carreras de caballos, sin importar si eligió candidato por su apariencia física o por sus ideas, usted podría haber votado por el ganador. Desafortunadamente, el ganador terminará por decepcionar a sus electores pues por seguro incumplirá la promesa del mundo feliz que vendió durante su campaña.
El elector debe, por tanto, dejar de pretender llevar a cabo un análisis objetivo de ciertos aspectos de las campañas, debe básicamente desechar las promesas de campaña, debe relativizar los datos del candidato, así como lo que del candidato dicen analistas y demás “expertos”. El punto número uno es TODOS LOS CANDIDATOS MIENTEN.
Por más desalentador que suene, el mundo plasmado en las ofertas de campaña no llegará tras la elección, en todo caso, lo que se puede aspirar es a una corrección de ciertos aspectos que en el largo plazo podrían encarrilar el curso de la historia hacia ese punto maravilloso.
Punto número dos, por más convincentes que suenen los análisis a favor y en contra de las ofertas de campaña de los medios de comunicación, además de tener en cuenta el punto 1 tenga en cuenta que LOS MEDIOS DISTORSIONAN, CUANDO NO MIENTEN y lo hacen siguiendo favorecer los intereses de determinado candidato.
Estamos a final de año y aun no empiezan formalmente las campañas electorales, pero ya se escuchan las promesas de campaña, las réplicas, descalificaciones y adjetivos de todos cuantos tienen a su alcance el cuarto poder. Se señalan las inconsistencias de las propuestas, se machacan las incongruencias de las coaliciones, se juzgan como incompetentes, y todo ello bajo consigna, recuerde, los medios de comunicación son un negocio.
Punto número tres, no solo las promesas de campaña son inconsistentes, también lo son las líneas de acción de los partidos políticos respecto de sus fundamentos. Asi como elegir a un caballo de carreras por la apariencia física no es garantía, los colores, estatutos y fundamentos ideológicos son de poca utilidad cuando de escoger candidatos se trata.
Hasta aquí pensará que entonces es un sinsentido pretender hacer una buena elección de candidatos cuando todos son un volado, sin embargo, no todo está perdido, para este caso como para toda prospectiva, se cuenta con la historia como guía.
Si los partidos dicen defender ciertas ideas y principios, puede analizar cómo ha sido la coherencia de estos tanto como gobierno como en la generación de leyes, en última instancia LAS ACCIONES DE LOS GOBERNANTES SON RESPONSABILIDAD DE LOS PARTIDOS.
Lo mismo para los candidatos en lo particular, no se deje convencer por los años de ocupar tal o cual cargo público, sino en los elementos fundamentales de su actuar, el sentido de sus decisiones los resultados en el cargo, entre otros, la experiencia por sí misma no es más que una pantalla, por ejemplo, si soy el único que vende naranjas, si vendo dos o diez es un dato que no tiene contra que compararse, sin embargo, en los diversos ámbitos de actuación de cada candidato, si investiga podrá identificar aspectos comparables a sus estándares éticos, por ejemplo,  trato digno a las personas que lo rodean, la orientación a resultados, la pasión por el trabajo, entre otros. Los mismos elementos se verán reflejados en el cargo a elegir.
Un segundo elemento fundamental es la gente que rodea al candidato. Nada se hace por acción de una sola persona, se necesita un grupo de trabajo y el cómo se conforma ese equipo es la responsabilidad del líder, LAS FALLAS DEL EQUIPO SON LAS FALLAS DEL LÍDER. Se debe evaluar tanto la experiencia del candidato como la del equipo como una sola cosa.
Como ve, aunque tomar una decisión puede ser tan sencillo como en las carreras de caballos, el análisis no lo esta tanto, pues a diferencia de en los hipódromos, el análisis no es respecto de que elementos harán que el candidato sea el ganador, sino de quien será el menos malo una vez en el cargo, y por tanto la perspectiva cambia, es por eso que la coherencia en el pasado y del equipo son los elementos fundamentales para considerar las ofertas políticas.
Al elegir candidato recuerde el dicho, prometer no empobrece y ellos lo saben muy bien.

viernes, 1 de diciembre de 2017

INE, organizar elecciones y obstaculizar a los ciudadanos

Las leyes sin la aplicación firme son letra muerta, lo mismo ocurre con las instituciones electorales, sin demócratas son comparsa de la tiranía.

Los sistemas de gobierno democráticos descansan bajo una serie de instituciones que en teoría permiten acceder al poder a cualquier ciudadano, así como en mayor o menor medida a la toma de decisiones del gobierno. Para que tal sistema funcione cada sociedad estructura de acuerdo a sus particularidades históricas, pero teniendo dos elementos básicos, un subsistema encargado de las reglas electorales y un subsistema de partidos, en el primero se establecen las reglas del juego, es el árbitro del partido. Mientras que en el segundo es el campo de batalla.

¿Puede llamarse democrático un sistema donde los valores establecidos en las reglas para los jugadores no son coherentes con los del árbitro?

La respuesta es NO, en tal caso no se habla de democracia, se habla de SIMULACIÓN.

En el caso mexicano la constitución señala como los valores fundamentales del Instituto Nacional Electoral la Confianza, Tolerancia, Compromiso, Transparencia y Rendición de cuentas. en la práctica solo la tolerancia no está en entredicho.

A partir de la reforma política de 2014 se estableció el marco en el que el consejo general del INE sería el encargado de nombrar a los miembros de los Organismos Públicos Locales para evitar la imparcialidad de éstos estuviera en entredicho por intervención de los gobiernos estatales. Se organizó un proceso que iniciaba con una convocatoria abierta, se evaluaban los conocimientos y se analizaban perfiles, la esperanza era que se conformaran consejos ciudadanos, no expertos electorales, sucedió todo lo contrario, al final del proceso privaron los criterios de experiencia jurídica y se eliminaron las restricciones al personal de carrera en la institución.

Lo mismo ocurre con el nombramiento de los consejeros distritales y locales, bajo la lógica de la infalibilidad del Consejo General se dan facultades para sus nombramientos, se establecen criterios: paridad de género, pluralidad cultural, participación ciudadana, prestigio público, compromiso democrático y conocimiento en materia electoral; al final se eligen los 300 consejos distritales y 32 locales sin la menor transparencia.

Sin transparencia no hay rendición de cuentas y sin la participación ciudadana en la organización electoral ¿Cómo se pretende ganar la confianza de la ciudadanía?

Atendiendo a las condiciones históricas de México hasta la reforma de 2014 no existía la reelección directa, se consideraba que así se evitaba la captura de una posición por el individuo. El sentido del cambio responde a que la actuación del funcionario público se verá recompensada o castigada en la siguiente elección. ¿Bajo qué consideración se permite la participación en la organización electoral por dos elecciones a los mismos consejeros locales y distritales?

Hoy, de cara a las elecciones del próximo año, el INE atropella el involucramiento de la ciudadanía en el proceso, si los valores democráticos no aplican a ellos, ¿Cómo señalarlos a los actores políticos? Lo que se tiene es una democracia simulada.