Ecuador es un país sudamericano de algo más de dieciséis y
medio millones de habitantes. En nuestra vida cotidiana es probable que
solamente lo tengamos presente debido a que en él se localiza la famosa Isla
Galápagos en donde Charles Darwin se inspiró para su libro “El origen de las
especies” y que en todo caso su nombre nos permite deducir su ubicación. Hoy se
publica en todos los diarios el resultado de la jornada electoral del domingo
19 de febrero de 2017. De una elección entre ocho candidatos a presidente, la
contienda pasará a una segunda vuelta en abril entre los dos más votados: el ex
vicepresidente del partido oficialista, Lenin Moreno y el ex banquero y
candidato por segunda ocasión, Guillermo Lasso.
¿Por qué vale la pena poner atención a la elección de un
país con un Producto Interno Bruto alrededor de 100 millones de dólares
americanos, muy por debajo de Venezuela, Perú y Chile.
La elección presidencial representa mucho en términos
ideológicos, Ecuador fue el origen de algunas de las mayores propuestas de la
política integracionista y del discurso del socialismo del siglo XXI impulsada
por el comandante y expresidente venezolano Hugo Chávez.
Con un antecedente en el que una seguidilla de presidentes
fueron derrocados por manifestaciones populares debido a los malos manejos
económicos y de corrupción, en 2006 llegó a la presidencia Rafael Correa
Delgado, economista que inmediatamente se identificó con las ideas de izquierda
de otros presidentes regionales como Evo Morales de Bolivia y el mismo Hugo
Chávez en Venezuela.
Correa logró exitosamente estabilizar la economía de su país
y llevar a cabo un proceso de refundación nacional similar al de los países
mencionados, primero generando un movimiento-partido a su alrededor y segundo
ganando la legitimidad necesaria por medio de la convocatoria a un congreso
constituyente para redactar una nueva constitución.
Las iniciativas más trascendentales del presidente Correa
fueron en materia económica; como parte de su campaña electoral planteó el
dejar de pagar la deuda externa, sosteniendo su postura con una defensa
jurídica basada en la doctrina de la “deuda ilegítima”; por otro lado, en un
inédito ejemplo de la búsqueda de un equilibrio entre progreso económico y
respeto al medio ambiente, propuso la conservación del parque nacional Yasuní
mediante la no explotación de los recursos petroleros a cambio de una compensación
internacional por los ingresos que no se recibirían.
En ambos temas se generó un debate internacional que rebasó
los alcances de las decisiones nacionales del Ecuador. La negociación de la
deuda puso en la mesa el tema de cómo se debe resolver la carga que ésta genera
a los Estados y en última instancia atender el origen de las mismas, tomando en
cuenta el papel de los prestamistas como corresponsables en situaciones de
corrupción. En cuanto a la iniciativa Yasuní-ITT la solidaridad internacional para
conservar la región fue insuficiente, obligando al país a explotar los recursos
del subsuelo.
Hoy Correa lleva más de 10 años en el poder, su ciclo ha
terminado y Lenin Moreno es el candidato que representa la continuidad del
programa de gobierno actual. Sin embargo, por las cifras preliminares, de
lograr reunir el voto de otros candidatos de oposición para la segunda vuelta
electoral, Guillermo Lasso confirmaría el cambio de tendencia ideológica en la
región.
Por su puesto los ecuatorianos estarán votando por sus
intereses como nación, pero las acciones que el actual gobierno de este pequeño
país ha llevado a cabo generan un importante precedente internacional. Si gana
el exbanquero, ¿valdrá la pena voltear a ver lo que sucede en Ecuador?