lunes, 25 de julio de 2016

Comentarios de lectura de “Los Miserables” de Víctor Hugo



Hay que admitir que un título atractivo es fundamental a la hora de seleccionar un libro que se leerá en tiempos de ocio, y “Los Miserables” a pesar de ser la obra cumbre de Víctor Hugo no es un título apetitoso para empezar a leer.

Sin embargo, una vez embarcados en tal aventura, el lector se obsesionará por la historia y al terminar tendrá una satisfacción por haber terminado de leer más de 800 hojas (en la versión de la editorial Porrúa de 2002).

El objetivo de Víctor Hugo con éste libro es evidente, narrar una historia donde a través del personaje principal se denote la importancia de vivir la vida en plena conciencia de que el fin último del ser humano es vivir en la gracia de Dios. El Dios cristiano que expresa todo su amor por medio de la compasión que le dará a Jean Valjean un Sacerdote.

A lo largo de la historia, perfectamente bien centrada en las ideas de su tiempo, en la primera mitad del siglo XIX, todos los personajes son fieles seguidores de su conciencia, ninguno de ellos se actúa en contra de esta, y en el caso en que dicha conciencia se enfrente a una realidad contradictoria es donde surgirá la tragedia y en donde solamente una, la verdadera razón de la vida se verá recompensada.

Al mismo tiempo, Víctor Hugo, al igual que los personajes no duda de su conciencia y expresa su ideología republicana y al mismo tiempo, abiertamente demuestra una gran admiración a Napoleón, que para él es más que un genio, un elemento civilizador.

Como en su tiempo, las novelas eran publicadas en distintas entregas, lo que hace a la historia realmente extensa y en ocasiones con descripciones tan amplias que hacen pensar en renunciar a su lectura, sin embargo, el placer de seguir con la historia nos hace continuar y adentrarnos en las tribulaciones de los personajes.

En esta novela, hay que señalarlo, busca dejar un mensaje, una doctrina, la doctrina de Jesucristo, el onceavo mandamiento, el amor al próximo. Es la historia de Job nacido en Francia del siglo XIX. No hay héroes, en todo caso mártires y ese no es un camino para cualquiera.

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