La popularización del acrónimo BRICS podrá ser una inversión del
economista Jim O´Neill pero la complementariedad y objetivos de desarrollo entre
los países que lo conforman van mucho más lejos de lo que se planteó el exdirector de Goldman Sachs Asset
Management.
Si bien el marco en el cual O´Neill delineó su trabajo de 2003 tiene
el horizonte en 2050, en 2014 los Brasil, Rusia, India, China ya están en el top 10 de las economías más
grandes del planeta y son actores relevantes de las relaciones internacionales.
La conformación formal del
grupo BRICS (adicionalmente incluyeron a Sudáfrica) ha ayudado al establecimiento de alianzas y la
coordinación de agendas de los miembros. Simplemente, existiera o no el grupo
BRICS, éstos Estados tienen una vocación natural por el poder, no como algo que
va de la mano del peso económico, sino
como parte de un proceso histórico que los lleva a asumir como destino el lugar
destacado en las relaciones internacionales.
Elementos que ejemplifican este proceso acelerado son: la búsqueda de
cambios en el sistema de cuotas de votación en el Fondo Monetario Internacional
y la posterior creación de un Banco de Desarrollo y Fondo de Reservas propios; el liderazgo entre los países en desarrollo en diversos foros sobre temas como el cambio
climático y la disminución de armamento nuclear; la creación de acuerdos de comercio
con monedas locales y apoyos a reformas que modifican la actual arquitectura
financiera internacional; gestos más bien simbólicos como la organización de eventos
deportivos y el nombramiento de funcionarios de sus países para presidir organismos
internacionales.
Investigadores como Alfredo Jalife han señalado que una de las
debilidades de este grupo es la menor relevancia de sus sistemas financieros e informáticos, donde hasta el momento Estados
Unidos de América y Europa se mantienen con un abrumador control.
Esta semana, sin
más, China dio un paso más que demuestra que busca remediar tales
circunstancias. Para cubrir sus debilidades en el aspecto financiero, abrirá
este lunes 17 de noviembre el mercado bursátil a inversionistas extranjeros por medio del programa Shanghai-Honk Kong
Stock Connect Program, que permitirá acceder a un mercado de 2.8 billones de
dólares en capitalización, el sexto mercado más importante, y en conjunto con
el mercado de Hong Kong, el tercero más
importante después del Nasdaq y el NYSE.
De esta manera,
por medio del ruteo de órdenes a través de Hong Kong tanto inversionistas fuera
de China accederán al mercado de Shanghai como los chinos accederán a otros
mercados, lo que provocará ajustes en los mercados globales.
Al mismo tiempo,
en lo que se refiere a las telecomunicaciones, el gobierno Chino dio a conocer
el plan de construir la mayor red de comunicación cuántica del mundo a partir
de 2016. Esto permitirá una mayor seguridad en aspectos financieros, diplomáticos
y militares, pues se considera que este sistema hace imposible que las
comunicaciones sean hackeadas como actualmente sucede.
El plan no se
limita a China, en las perspectivas de
un actor que busca consolidarse globalmente todo debe ser enfocado de igual
manera, pues posteriormente a cubrir los 2 000 kilómetros que separan a Pekin
de Sanghai, se proyecta aumentar la cobertura entre Asia y Europa en 2020 y
para todo el mundo en 2030.
Pero no solo los
chinos, India también da pasos firmes para superar áreas estratégicas de menor
desarrollo. A inicios de noviembre el
gobierno Indio hizo el anuncio de la entrada en funcionamiento del centro
financiero inteligente conocido como Gujarat International Finance Tec-City,
que permitirá poner al país entre los principales
mercados financieros internacionales para 2016. El proyecto se ideó desde 2007
con el apoyo del exjefe de gobierno de la localidad y actual primer ministro
Narendra Modi.
Dicho centro
financiero es el único lugar en India con autorización para llevar a cabo
servicios financieros offshore y ya se encuentran instaladas o en vías de
instalarse los principales empresas Indias de servicios financieros y
telecomunicaciones. Igual que China, ésto pondrá en relieve su mercado financiero y probablemente buscará convertirse un clúster financiero y
comerciar similar a Hong Kong en China.
Con o sin los
reflectores de los medios de comunicación occidentales encima, es claro los
proyectos de los BRICS se están materializando más rápido de lo esperado. No es
descabellado creer que eventualmente existan confrontaciones con occidente,
pero por lo pronto, se puede imaginar una nueva era en las relaciones
internacionales y la globalización.
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