Es difícil distinguir lo correcto de lo incorrecto? Lo justo
de lo injusto? La honradez de la corrupción? Depende, si hablamos en abstracto...o si hablamos de nosotros mismos.
No todo se aprende en la escuela, la vida nos va mostrando
aquellos hechos que desde nuestro punto de vista son deseables, las respuestas a situaciones semejantes se van haciendo
consistentes, y empezamos a proyectar dicha conducta como la respuesta que las
demás personas en lo individual y como sociedad deben de tomar.
De tal manera, aun sin las enseñanzas familiares o aquellas
obtenidas mediante la educación formal, se va formando una serie de pautas de
actuación de acuerdo a lo que juzgamos bueno y malo. Es una forma de aprender
inductiva.
Las señoras de las buenas maneras suelen decir que en
nuestros tiempos faltan valores. No lo creo; simplemente las pautas morales han
cambiado. La lealtad puede no ser más la norma generalizada, la honradez puede
no ser lo que se aprenda en la vida.
Una persona a la que cada vez que se involucra en un
esfuerzo colectivo resulta utilizada, no se le puede pedir que considere que el
evento puede tener un fin distinto y califique aquello como incorrecto. Simplemente
verá adecuado repetir la conducta y aprovecharse de aquel con el que tenga la
oportunidad.
Es eso falta de valor? El valor de la lealtad? el valor de
la justicia? Tal vez para esa persona el valor es la satisfacción de tomar esa
mínima ventaja, y por tanto no habrá forma de que sienta remordimiento.
Una persona que es educada bajo las normas sociales actuales
la búsqueda del placer se encuentra como el máximo objetivo y ese objetivo básicamente
se logra mediante el dinero.
Si un individuo se enfrenta a un dilema sobre la
justicia, (mismo caso, un trabajo en el cual un individuo no es remunerado por
su trabajo) desde el punto de vista del espectador es posible que entienda la
acción “correcta” debido a que ha aprendido que el trabajo merece una
remuneración, decantándose por la empatía que siente con el agredido puesto que
no tiene ningún . Sin embargo, al encontrarse en la misma situación, al ser más
fuerte el deseo de complacer los egos y obtener un bienestar, el individuo de
ninguna manera se verá reflejado en el otro; ni siquiera cruzará por su mente, al ser el
dinero el referente de todo éxito y fracaso, el individuo no verá la razón por
la cual su actuación podría ser equivocado. Más aún, sentirá que la obtención
del beneficio significa que es mejor que todos, que es el más inteligente, el
único capaz de lograr su objetivo. Ese individuo olvidará todo antes y después del
evento, el contexto de la acción, el sentido de lo justo o lo injusto, todo
debido a que lo más importante es la satisfacción personal.
Esa conducta es constante en los políticos, olvidar
identificar la misma circunstancia bajo el criterio que aplicaría para otros
actores. Entonces ¿no tienen responsabilidad por su conducta puesto que sería
un fenómeno psicológico? Para nada, tiene toda la responsabilidad de sus malas
acciones ante la sociedad, pues las conductas incorrectas se encuentran
señaladas en la ley. Que individualmente no lo comprenda es su problema.
Entonces tendría algún sentido de comprender lo anterior en
términos electorales? Puede ser que de esta forma la
sociedad podrá saber que esperar y/o que buscar en los candidatos a puestos
públicos. Aquellas personas que deberíamos elegir deben ser las que respondan a nuestras
necesidades de actuación ante situaciones que les podrían beneficiar personalmente a
costa de la sociedad (en realidad eso sería toda acción de gobierno), y su actuación en el pasado es lo único que nos puede dar las
pautas en su actuación en el futuro.
De otra forma, los políticos simplemente responderán a los
valores sociales de ese momento, que son los que la mayoría de la sociedad
aplicaría en la misma situación. Lo cual no significaría otra cosa que la sociedad
en verdad tendría los gobernantes que merece, pues la mayor parte de ellos
actuaría de igual forma, en ese sentido, el candidato sería tan corrupto como
aquellos que lo eligieron a sabiendas de la forma en que tomará las decisiones.
De tal forma, analizar a los candidatos desde un punto de vista moral podría ser más importante que cualquier debate o cualquier propuesta. Cuantos pasarían nuestra prueba, cero?